Existe la creencia errónea de que la custodia compartida siempre adopta el mismo sistema, por semanas alternas, pero la realidad es que se puede acordar cualquier otro que se adapte mejor a las circunstancias de ambos progenitores y de los niños.
Sin embargo, la custodia compartida por semanas sigue siendo la opción más frecuente, y lo cierto es que tiene algunas ventajas con respecto a las demás opciones (y también algunas desventajas).
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Contacta con nosotros¿En qué consiste la custodia compartida por semanas?
Cuando se establece la custodia compartida por semanas, los hijos conviven con cada progenitor una semana completa, y se van alternando entre ellos.
La forma más habitual de hacerlo suele ser de viernes a viernes o de lunes a lunes, y el intercambio se hará preferentemente a la salida del colegio, yendo a recogerlos el progenitor con quien les corresponda convivir esa semana. De este modo, es mucho más natural para ellos.
Además, lo normal es fijar también algún día de visita durante la semana para el progenitor al que no le corresponde la custodia en ese momento, para que la ruptura de la convivencia con uno y otro no sea tan prolongada. El día de visita suele consistir en pasar una tarde completa con ellos, desde la salida del colegio.
¿En qué domicilio viven los hijos cuando hay custodia compartida por semanas?
Existen distintas opciones para el caso de que los niños repartan su tiempo por igual con ambos progenitores. Lo ideal es que no se resienta su estabilidad y evitar la sensación de estar siempre de viaje, con la maleta a cuestas. Las opciones son:
- Que los niños pasen cada semana en casa de un progenitor: esta es la solución más frecuente y más realista, pero habrá que procurar que los niños no tengan la sensación de estar en continua mudanza, porque será perjudicial para su estabilidad. Para ello, es conveniente que dispongan de su propio espacio destinado únicamente a su uso, y que tanto en una vivienda como en otra tengan de manera permanente sus objetos personales y las pertenencias necesarias para sentirse en casa.
- Que permanezcan en la que fuera la vivienda familiar y los padres sean quienes conviven en ella de forma alterna (esta es la llamada custodia nido): esta solución es ideal para los menores, porque no ven alterada su rutina ni cambian de entorno (cercanía a los amigos, a las actividades extraescolares, etc.). Pero es menos factible en la práctica, ya que requiere que los progenitores se muevan entre tres viviendas diferentes, lo que no está al alcance de todo el mundo. Además, requiere un indudable plus de buen entendimiento entre los padres, que van a compartir casa, aunque no sea de forma simultánea.
¿Qué ventajas y desventajas tiene la custodia compartida por semanas?
La ventaja principal es que da más estabilidad a los niños, al pasar más tiempo de forma continuada en el mismo lugar y con las mismas circunstancias. Además, el hacer el cambio en viernes o lunes les puede proporcionar mayor sensación de orden, lo que contribuye a su tranquilidad durante el resto de la semana.
Por el contrario, existe el inconveniente de que se ven privados de la compañía del otro progenitor durante un tiempo más prolongado que con otras opciones. Tienen más estabilidad, pero pueden sentir más las ausencias. No obstante, el día de visita durante la semana tiene el objetivo de paliar ese efecto y mantener la sensación de contacto con ambos.
En cualquier caso, lo más aconsejable es que los progenitores mantengan una buena relación entre ellos que haga más natural los periodos de convivencia con cada uno, y no suponga una ruptura total de contacto con el otro progenitor.
¿Qué pasa con la custodia compartida durante los periodos vacacionales?
En periodos prolongados, como las vacaciones de verano, simplemente se sigue con el mismo sistema, a menos que los progenitores acuerden otro y prefieran periodos más prolongados.
Cuando se trata de vacaciones de menor duración, como son las de Navidad o Semana Santa, lo que se hace es partirlas por igual, de modo que puedan disfrutar de esos días con ambos progenitores, aunque resulten periodos inferiores a una semana.